¿Conocéis esa frase de “menos es más”? Pues nunca he conseguido aplicármela cuando se refiere a hacer la maleta o crearme un neceser para el gimnasio. A veces acabo metiendo muchas cosas que luego no voy a usar, así que he tenido que ponerme seria y seleccionar lo estrictamente necesario. ¿Queréis saber qué llevo en mi neceser del gimnasio?
Soy muy torpe. Y tengo la piel de los párpados muy fina, lo que se traduce en múltiples pequeñas arruguitas que se concentran en la base de las pestañas. Lo que se traduce en tragedia cada vez que quiero hacerme la raya de los ojos.
Las cremas de manos son ese tipo de producto que todo el mundo tiene en su mesita de noche, en el trabajo, o en el bolso. Yo las uso menos de lo que debería, porque soy un poco aprensiva con las texturas oleosas. Aun así no sé cómo me lo he montado pero tengo 4 cremas de manos repartidas entre mi casa y mi escritorio en el trabajo.
Soy una persona desordenada en casa. Ya está, ya lo he dicho. En el trabajo (y antes en clase) soy una maniática del orden, y tengo un poco de OCD, pero lo que es en casa soy un desastre. Una vez una psicóloga me dijo que era porque necesitaba mi pedacito personal de caos. Pedacito, muahahahaha 🙂