Si hay una marca polémica y esquiva en la cosmética americana, esa es Lime Crime. Ríos de tinta, tumblrs, posts, videos, comentarios en Instagram… Creo que la legión de haters de esta marca es sin duda la más grande actualmente. Sin embargo, yo quiero contar mi experiencia positiva.
No os negaré que me he tirado mi buen par de horas procrastinando en la red, saltando de un post a otro. La tal Doe Deere es un personajillo bastante despreciable, a juzgar por la cantidad de cosas de las que se la ha acusado y que han sido probadas. Otras, sin embargo, han sido exageradas para boicotear su marca.
Yo había leído algunas reviews positivas de los Velvetines, sus famosos labiales líquidos mate, y tenía muchas ganas de probarlos. Ignoré por completo las leyendas urbanas, como que llevaban pipí de gato, o que eran plagios de otras marcas. Incluso la muy real notificación de la FDA, la Food & Drug Administration (que regula el uso de ingredientes nocivos en alimentos y productos de cosmética) que acusaba a la marca de utilizar ferric ferrocyanide (azul de Prusia) y ultramarine (azul Ultramar), dos pigmentos cuyo uso está aprobado para cosméticos de uso externo, pero no para labiales, ya que estos entran en contacto directo con la membrana mucosa del labio y pueden ser absorvidos. De todas formas, no es que sean ingredientes muy tóxicos, y la FDA ni siquiera ha testado los productos para juzgarlos, pero sí pueden ser muy irritantes.
Multitud de tiendas han retirado la marca de sus estantes, hasta el punto de que en Nueva York sólo se puede encontrar en el Urban Outfitters de Broadway. Aún así, Lime Crime sigue teniendo bastantes ventas, y su producto estrella son los Velvetines. Yo había probado el Riot y tenía claro que lo quería. Una vez en la tienda probé todos para ver qué tonos me gustaban más, y a pesar de que iba con la idea de comprarme el Pink Velvet, acabé con el Wicked.
Lo primero que llama la atención es su packaging. Los Velvetines vienen en una caja de cartón roja brillante, con rosas de color rosa y blanco, y las letras blancas impresas en relieve. Los botes también son de plástico transparente mate, con el tapón siguiendo el mismo diseño que las cajas de cartón. Contiene 2,6ml y traen un aplicador de esponjita.
Ya sabéis que para poder sacarles el mayor partido a los labiales mate, sean de la marca que sean, tenéis que llevar los labios bien exfoliados y sin pielecitas, porque todos, absolutamente todos, marcan las imperfecciones del labio y se quedan acumulados en esas zonas.
También es recomendable que uséis perfilador y que no los apliquéis directamente con el aplicador que viene. Es muchísimo más fácil recoger el producto de la esponjita con un pincel para labios y aplicarlo de forma homogénea sin sobrepasar el perfilador.
Yo os recomiendo que dejéis secar el producto entre capa y capa (con este tipo de labial me gusta llevar dos capas) y que no hagáis lo típico de juntar los labios tras aplicarlo, ya que puede crear parches.
Los Velvetines me gustan por varias razones, algunas de las cuales os explicamos en Vanidosas (podéis leer la comparación del Wicked y el Vampira de Kat Von D aquí). Huelen a vainilla, cosa que hace que quieras relamerte los labios después de usarlos. Son menos líquidos que otros labiales del mercado, y para mi gusto, son de más fácil aplicación. Tardan unos segundos en asentarse en el labio, y secarse, pero a pesar de ser mate no incomodan ni estás permanentemente pensando en aplicar cacao para hidratarlos, son muy cómodos de llevar. Quedan bastante uniformes, con muchos menos parches que otros labiales, y están muy pigmentados. Tienen una duración más que aceptable; los tonos oscuros duran más que los claros, y cuando se van desvaneciendo no lo van haciendo por zonas, si no de forma uniforme. Otra cosa positiva es que pueden retirarse con agua micelar, aunque yo prefiero usar un buen bifásico. Se supone que son aptos para veganos y que la marca no testea en animales. Cuestan 18.38€ y también pueden comprarse online.
Los colores que elegí fueron el Riot y el Wicked.
Wicked es un tono rojo teja oscuro muy parecido al Vampira de Kat Von D. Puede usarse con una sola capa pero recomiendo aplicar dos (como he dicho antes, dejar secar la primera antes de aplicar la segunda). Sin duda necesita perfilado, si no queda sucio y desdibujado en el labio.
Riot es un marrón cálido muy otoñal, que queda muy natural en el labio. Es perfecto para maquillajes discretos, para diario y sobretodo para esta época del año. Se puede llegar a llevar sin perfilar (aunque yo suelo usar un perfilador de Essence) y este sí puede aplicarse directamente con la esponjita sin miedo.
Como tengo una modelo con unos morritos perfectos para swatches, aquí os dejo dos fotos de Carla (@coloreteymariposas). Así de bonitos quedan en el labio (Riot a la izquierda, Wicked a la derecha):
INCI
Silica Dimethyl Silylate, Trimethylsiloxysilicate, Cyclopentasiloxane, Dimethicone, Synthetic Beeswax, Hydrogenated Polyisobutene, Ethylhexyl Methoxycinnamate, Tocopheryl Acetate, Isododecane, Flavor (Aroma), Kaolin, Phenoxyethanol, Caprylyl Glycol, Hexylene Glycol. May Contain [+/-]: Red 30 Lake CI 73360, Titanium Dioxide CI 77891, Iron Oxides CI 77491 CI 77492 CI 77499, Red 6 Lake CI 15850, Red 7 Lake CI 15850, Yellow 5 Lake CI 19140, Manganese Violet CI 77742, Red 27 Lake CI 45410, Red 28 Lake CI 45410, Blue 1 CI 42090.
Y vosotras, ¿habéis probado los Velvetines de Limecrime? ¿Qué opinión tenéis de ellos y de la marca?