¿Os acordáis de aquellos tiempos en los que para hacer una foto antes había que comprar un carrete? Con la llegada de las cámaras digitales la cosa empezó a cambiar, sobretodo cuando decidieron incluir entre el equipamiento de los móviles cámaras de alta resolución. Y todo tipo de aplicaciones y de redes sociales para compartirlas. Y así nació la fiebre Instagram.