Masaje terapéutico

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Después de años de malas posturas, de cargarnos la espalda con mochilas y bolsos, y del ajetreo diario, nuestro cuerpo se resiente, y nos pide respirar, un poco de calma y mimos. Lo ideal sería hacer pilates, yoga o gimnasia postural al menos un par de veces a la semana, pero en estos tiempos de crisis no todo el mundo se lo puede permitir. Lo que si te puedes permitir es un buen masaje terapéutico.

He probado varios en Barcelona, pero hoy os quiero hablar de una nueva consulta, la de Marina Asencio. Está especializada en quiromasaje y en reflexología podal.  Está situada muy cerca del Hospital Clínic. Es una consulta pequeña pero acogedora, y que rezuma tranquilidad ya desde la puerta.

Lo primero que te ofrece Marina al llegar es un té rojo delicioso (ya sabéis que el té rojo es famoso por su bajo contenido en cafeína, por su uso en dietas y en el control del colesterol). Mientras esperamos para ser atendidos, podemos echarle un vistazo a la enorme biblioteca que tiene, y si hay algún libro que nos interese, se lo podemos pedir, ya que tiene servicio de préstamo.

Todo en la consulta está cuidado hasta el más mínimo detalle. La pintura de las paredes, de un color malva relajante, combinado con el blanco de los techos; la iluminación con lámparas de sal; la música; los productos que usa; el hecho de que utilice sábanas y no ese incómodo papel que suelen usar en otras consultas.

Una vez entras, te desvistes, y te subes a la camilla, Marina empieza poniéndote una base de aceite de almendras dulces a la que se le añade aceite esencial de lavanda y naranja, y que es muy relajante,  y empieza a explicarte en qué consistirá el masaje. Empieza por la espalda, haciendo especial hincapié en los puntos que se suelen cargar más, sobretodo en la zona de cervicales y en las lumbares. Luego baja hacia las piernas, descargando los gemelos y relajando pies y muslos (le comenté que había tenido vértigos y me enseñó el punto exacto que debía presionar en el pié la próxima vez que me pasara). Luego nos damos la vuelta y sigue con las piernas. Lo siguiente es la cabeza, cervicales y cara. Nunca me habían masajeado la cara, y eso que es parte importante en las contracturas de cuello. Me encantó.  Por último los brazos, con los que hicimos algunos ejercicios de rotación. Para acabar, te da unas gotas de flores de Bach y te deja relajarte cinco minutos. En total el masaje dura una hora.

Yo salí encantada, tanto por el masaje como por el trato, y os lo recomiendo. Además los precios son de lo más asequible: 1 hora de quiromasaje son 35€; 1 hora de reflexología podal son 30€; y también hace reflexología podal a domicilio por tan sólo 40€.

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