Muchas de nosotras olvidamos con frecuencia que las uñas deben cuidarse tanto o más que las manos. Usamos esmaltes baratos, no ponemos base, ni las hidratamos. Y luego pasa lo que pasa, que la uña se resiente, se debilita, se resquebraja, y pierde color o se amarillea.
Os propongo 6 sencillos pasos para evitarlo:
1.- Hidrata cada noche tus manos con una buena crema. Yo utilizo la de Caudalie, que te deja la piel suave como la seda. Hay que trabajarla un poco, masajeando desde la muñeca hasta la punta de los dedos, pero en poco tiempo se absorve y la sensación final es espectacular.
2.- Cuida de tus cutículas. No es bueno cortarlas, aunque sí podéis retirarlas hacia atrás. Os recomiendo que las hidratéis con un aceite especial. Yo utilizo el aceite para cutículas Apricot de Essie (que además huele que alimenta).
3.- Usa siempre una base, aunque sólo vayas a ponerte un brillo. Hay diferentes bases en función del tipo de uñas que tengáis y de si tenéis algún problema con ellas. Mis uñas son bastante quebradizas así que ahora mismo estoy utilizando el Millionails de Essie, con fibras protectoras.
4.- Escoge un esmalte que tenga un mínimo de calidad. Los esmaltes baratos tienen peores pigmentos, y pueden debilitar y amarillear las uñas. Si podéis utilizar esmaltes ecológicos libres de agentes químicos, mejor que mejor. Mi última adquisición es el esmalte Stilletto de Kure Bazaar que podéis comprar en Laconicum. Recordad que lo mejor es aplicar dos capas de esmalte.
5.- Aplica siempre un top coat encima del esmalte, no sólo para protegerlo, sinó también para proteger la uña. Ahora mismo estoy usando el Good to Go de Essie, de secado rápido.
6.- Invertir en un buen quitaesmalte, a poder ser sin acetona. El Soin Dissolvant Fabuleaux de Burjois tiene además aceite de almendras, con lo que además de retirar el esmalte, te hidrata y cuida de tus uñas. Además tiene un aplicador muy práctico.
Tomo nota! Tengo que cuidar más mis uñas… Aunque con mi trabajo es dificil… Besos guapa!