Hace mil años mi madre me regaló un cepillo facial. No supe encontrarle el punto y acabó abandonado en un rincón del baño hasta que mi madre se hartó y lo tiró. Quizá me pilló mala época o quizá no era la hora de los cepillos faciales.

Ganas le tengo al famoso Mia2 de Clarisonic, pero quizá por miedo a que me decepcionara como lo hizo el primero, pensé que debería probar alguno que no costara un riñón. Y así llegó a mi vida el cepillo facial sónico So Nice Skin de Beter.

Beter se está convirtiendo poco a poco en una de mis marcas favoritas. Tiene una de las mejores relaciones calidad-precio del mercado, siempre buscan mejorar sus productos, tienen un excelente trato con la prensa y las bloggers. Si no habéis probado sus brochas ya estáis tardando! Podéis encontrar la marca en algunas farmacias y en Primor.

Este cepillo es muy sencillito. Funciona a pilas, y trae dos cabezales, uno normal y otro para pieles sensibles (Sensitive), y un soporte dónde aguantar el cepillo. No es rotatorio, si no que funciona con energía sónica que proporciona una limpieza más profunda de los poros sin destrozar la piel.

Tiene dos velocidades; la primera de 220 rps es para una limpieza suave, perfecta para zonas sensibles y pieles irritadas o no muy sucias (primer click del botón), y la segunda de 320 rps es para limpiezas más profundas (segundo click).

Yo no he usado el cepillo normal porque me parecía un poquito áspero, y a pesar de que la marca recomienda usarlo dos veces al día, yo sólo lo uso por la noche. Llevo usando el cepillo suave desde que lo compré y me encanta. Primero me desmaquillo con agua micelar, bálsamo limpiador o lo que se tercie. Después humedezco un poco la piel y también el cepillo y echo un poco de mi gel limpiador (ojocuidao no usar con exfoliantes ni limpiadores no espumantes, porque os podéis cargar el invento).

Utilizo la primera velocidad para la zona de las mejillas, que es la más sensible (10 segundos cada mejilla), y la segunda velocidad para frente, mentón y nariz (20 segundos cada zona). También la paso por cuello y escote, pero evito la zona del contorno, especialmente porque la tengo muy sensible. Después me enjuago la cara con agua bien fría y me echo unas cuantas vaporizaciones de agua de belleza para calmar la piel.

Y ¿para qué sirve un cepillo facial? Pues muy sencillo, para limpiar bien la piel. Porque con el algodón y los mil limpiadores no acabamos de llegar a todas las zonas tan bien como lo puede hacer un cepillo. Y como la piel está más limpia, los productos que vayamos a usar después (sérums o cremas) se absorben mejor y actúan de manera más eficaz. Por lo tanto, con el uso prolongado de este tipo de cacharritos acabas viendo tu piel mucho más luminosa y con menos impurezas. Además, se pueden usar en la ducha!

Había leído por ahí que algunas chicas habían sufrido el efecto rebote y les habían salido granitos, pero la verdad es que a mi no me ha pasado. El precio de este cepillo es de 32.90€, aunque ahora mismo está rebajado en su web un 10% (por si queréis aprovechar).

Recomiendo este cepillo:

• Si quieres introducir un aparato de limpieza facial en tu rutina pero no quieres gastarte una fortuna sin probar primero si te gustan.
• Si tienes la piel sensible y quieres ver si un cepillo puede dañarte la piel.
• Si eres fan total de la limpieza facial
• En general, lo recomiendo en general porque es un placer usarlo, la cara queda tan suave y limpia que te tiras un buen rato mirándola en el espejo y preguntándote por qué no tienes la piel así todos los días todo el día.

Y vosotras, ¿habéis probado este cepillo o algún otro?