Hace tiempo que mi exfoliante de labios favorito, el Lipscription de Benefit, dejo de comercializarse. Así que he tenido que buscar otras opciones. El remedio casero de miel y azúcar o vaselina y azúcar no consigue el efecto deseado, y puede resultar demasiado agresivo. Mirando por foros, encontré referencias positivas sobre el exfoliante de azúcar Bubblegum de Lush y me decidí a probarlo.

Me gustó el olor y el sabor (te lo puedes comer), y aunque el precio (7.50 euros) me parecía excesivo, lo compré. Bueno, pues fue una mala compra. El resultado casi ni se nota, y eso que lo he probado con los dedos y con un cepillo de dientes suave. No acaba de arrastrar todas las pieles muertas, y por más que aprietes, solo consigues irritar los labios. La próxima vez probaré el exfoliante de labios de Clarins, marca que, por lo general, nunca me falla.