Las Bolas Chinas son mucho más de lo que la mayoría de gente piensa. Pese a poder utilizarse como juguetes sexuales, su principal cometido es el de fortalecer la vagina femenina, permitiendo a la mujer un mejor control de su músculo sexual (sí, las mujeres tb tenemos uno) y, por tanto, un mayor control también de su placer.
Las Bolas Chinas, cómo no, se inventaron en Japón. Las utilizaban las Gheisas para hacer que su vagina cogiese fuerza y, de esa manera, lograr que los Guerreros, ávidos de guerra, llegasen al orgasmo en cuestión de segundos. Unas fieras las tías, vamos.
El modo de uso es muy fácil: las lavas con jabón íntimo, las rocías con lubricante (esto es básico para prevenir dolores y posibles lesiones de las paredes de la vagina) y las introduces. Entonces, te vas a dar una vuelta, a limpiar, a cocinar, a hablar por teléfono mientras te mueves, a darte una ducha, o cualquier otra actividad que implique MOVIMIENTO. Sentada no sirven. ¿Por qué? Simple… La manera que tienen de funcionar: se trata de una (o dos bolas, lo deseable), en el interior de las cuales hay otras bolas, que al tú moverte, rebotan en las paredes de la misma y, por tanto de tu vagina, produciendo una especie de efecto vibratorio que, por un lado, es muy placentero y, por el otro, pone en marcha los músculos de las paredes, fortaleciéndolos.
Recuerda, porque es importante, que además de proporcionarte cierto placer, lo que estás haciendo es ejercitar las paredes de tu vagina… Así que ve poco a poco. De la misma manera que la primera vez q pisas un gimnasio no te estás tres horas en la bicicleta, la primera vez que pruebes unas Bolas Chinas… ¡¡No te pases!! Empieza por tenerlas unos 20 minutos y, a medida que te vayas sintiendo cómoda con ellas, aumenta el tiempo… Hasta donde tú quieras, ok??
En fin, espero haber sido útil con el consejito y… Una última recomendación: cómprate unas bonitas, que las hay de preciosas.
Por: Noemozica