Mi tía es única creándome necesidades. La semana pasada fui a visitarla a la farmacia y me enseñó un nuevo producto que tienen. Se llama LUNA y es de Foreo. Se trata de una línea de limpiadores faciales que ayudan a limpiar en profundidad, a la regeneración celular y a detener el envejecimiento.

Son unos cacharritos de silicona con unos filamentos redondeados, mucho más higiénicos que los cepillos de cerdas (tanto los manuales como los eléctricos, tipo Clearasonic). Son sumergibles en agua, lo que quiere decir que se pueden usar en la ducha. Es muy fácil de usar: te aplicas el producto de limpieza que estés usando (en mi caso, el bálsamo limpiador de Moringa de Emma Hardie). humedeces el LUNA y lo presionas suavemente sobre la piel del rostro. ¿Cómo funciona? Pues a través de pulsaciones que atraviesan la epidermis, deshaciéndose de las células muertas, limpiando los poros en profundidad y mejorando la absorción de los productos de cuidado facial. Lo bueno es que él solito se para cuando llevas demasiado tiempo sobre la misma zona. Y si cambias a las pulsaciones de baja frecuencia lo puedes pasar sobre las zonas propensas a arrugas para mejorar la elasticidad.

Al principio la sensación es extraña, pero es mucho menos invasivo que el Clearasonic, mucho más suave, más higiénico y más fácil. Con tan sólo 3 minutos por la mañana y 3 por la noche tu piel sentirá la diferencia.

Hay 3 gamas: la mini (119€) con dos velocidades; la normal (169€) con 8 velocidades y tres tipos de piel (ultra-sensible, sensible/normal y mixta) ; y la Luxe (6000€) con una base de oro (este creo que es una excentricidad innecesaria). Por cierto, tienen las mismas gamas pero adaptadas para hombres.